El personal se desplaza a las instalaciones del cliente equipado con Elementos de Protección Personal (EPPS) para llevar a cabo la recolección de residuos peligrosos, que incluyen lámparas, productos químicos, trapos, pintura, estopas, dotación, pilas y aceites. Esta tarea se realiza utilizando vehículos del tipo furgón o vans. Posteriormente, los residuos recopilados se depositan en una planta de tratamiento especializada en la disposición final de residuos sólidos peligrosos.
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PREGUNTAS FRECUENTES
El cumplimiento de la normatividad ambiental es un aspecto fundamental en cualquier ámbito, ya que contribuye significativamente a la preservación y protección del medio ambiente. Este compromiso implica el acatamiento de leyes, reglamentos y disposiciones establecidas para garantizar prácticas sostenibles y minimizar el impacto negativo en los recursos naturales.
Al adherirse a la normativa ambiental, las organizaciones y particulares se comprometen a implementar medidas que promuevan la gestión responsable de los residuos, la reducción de emisiones contaminantes y la conservación de la biodiversidad. Este enfoque busca no solo el cumplimiento legal, sino también la adopción de prácticas proactivas que vayan más allá de los requisitos mínimos.
Para asegurar el manejo adecuado de residuos peligrosos, es esencial demarcar claramente la zona de almacenamiento y etiquetar cada tipo de residuo de manera precisa. La demarcación facilita la organización y previene incidentes, mientras que la identificación y rotulación cumplen normativas, proporcionan información crucial sobre riesgos y promueven prácticas seguras y ambientalmente responsables. Estas acciones son fundamentales para una gestión efectiva y segura de residuos peligrosos.